En el tiempo en que una gota

llega a parar al mar

mil lágrimas se derraman

en pena o felicidad

y mil sonrisas estallan

de orgullo, de ansiedad,

mil palabras caen del alma

y van a otra a parar

y mil miradas se entrelazan

sin saber a dónde van

con la pupila perdida

en busca de un brillo de paz.

Pero la gota de agua

de igual manera caerá

sin importar nada de eso

uniéndose a las demás

y solo volverá a verse

como inexistente vapor

como bruma de recuerdos

  que evoca los tiempos atrás.