Vela que navega en una mar de niebla
y una oscura luz en su mástil, que ciega,
ronda las aguas buscando
su apagada estela.
Madera gastada de olas y arena
que arrancan el alma y solo traen pena,
velero perdido sin rumbo ni tierra
de timón el viento le guía a su vera
y la fuerte brisa recuerdos despierta.
Perdido en el mar ajeno a fronteras
navío escapando la eterna tormenta;
eso soy yo.
La lluvia cae donde yo caigo
el viento pisa donde piso yo
la luz solo alumbra al cerrar los ojos
y otra vez la ola, rompe el corazón.
y otra vez la ola, rompe el corazón.
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