El amanecer de otra triste noche
Que oscurece todo y hace que repose
Las brillantes sombras de una luz oscura
Que siniestra se cierne y describe la luna
El sordo silencio de quizás un ruido
Que estremece el alma y nubla el oído
El lento temblar de un corazón quieto
Que esconde, aguarda y espera en secreto
Las frías llamas de un fuego ya extinto
Que se extienden y pierden como un laberinto
El borroso reflejo de la apagada luna
Que se mece en el agua y rompe en la espuma
El temer la vida por miedo a la muerte
Que cualquier día podrá conocerte
Y todo lo que dura acaba
Y todo lo infinito marcha.
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